'Barronatorio'. Fotografías de José Luis Vidal Coy

'Barronatorio'. Fotografías de José Luis Vidal Coy
Museo Hidráulico "Los Molinos del Río Segura", Murcia, España

En la mota de las Salinas del Mar Menor, uno de los límites del Parque Regional de ese nombre, extranjeros y españoles de todo origen, tipo y condición disfrutan de las supuestas propiedades curativas de los lodos del extremo norte del Mar Menor, Murcia. Familias enteras, pandillas de jóvenes, parejas, grupos de amigas y de amigos, solitarios y solitarias, veraneantes en su mayoría, se acercan allí para sanarse mediante embadurnamiento. La zona de “influencia” de los barros llega desde Cartagena hasta Torrevieja, y más allá. 

Junto a los autóctonos, asturianos, manchegos, madrileños, castellanos viejos o gallegos se codean sin mezclarse mucho con británicos, nórdicos, centroeuropeos, ucranios, rusos, magrebíes y sudamericanos… y hasta algunos que vienen de más allá de donde sale el sol. En esa parte de Lo Pagán /San Pedro del Pinatar) se da la democratización internacional por excelencia de los lodazales sanadores, en una suerte de globalización muy sui generis. La creencia popular frente a cualquier evidencia científica. El happening multicultural incluye a jóvenes, menos jóvenes, mayores y más mayores que disfrutan cada verano de embadurnados pretendidamente milagrosos, o por lo menos curativos, a coste cero; sin trampa ni cartón; enfangados hasta las cejas; felices y contentos.

Tienen también su propia liturgia sanadora. De boca en boca, se cuentan unos a otros que son precisos siete baños en siete días seguidos para que el efecto sanador del lodo se produzca. Hay quien eleva a nueve las sesiones y los días necesarios.. No falta quien asegura que lo hace cuando le viene en gana o tiene tiempo y le va muy bien. Y hay, cómo no, algún pícaro bien intencionado que consigue unos euros ofreciendo consejos… sanadores, por supuesto. 

La mota sirve de paseo relajante y hace de frontera entre los lodazales junto a las salinas y la ribera del Mar Menor propia del baño tradicional en cuclillas, obligado por la escasa profundidad. Desde hace ya algunos años, los bañistas de lodos y de esas aguas cálidas hasta más de treinta grados en las horas precrepusculares del verano componen el paisaje humano habitual del largo estío marmenorense junto a las tradicionales charcas de agua de las que se extrae sal marina.

Texto del autor: j.l. vidal coy

'BARRONATORIO'. EXPOSICIÓN DE FOTOGRAFÍAS DE J.L. VIDAL COY

Fechas: del 9 de septiembre al 30 de octubre
Molinos del Río
Horario: de lunes a sábado de 10 a 14h y de 17 a 20h.
 

 


 

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